Ese deporte, el rey, el que une a personas, el que une a pueblos y el que reúne en el salón a millones de personas delante de una televisión. Las personas más mediáticas del mundo, las que más dinero cobran, las que más dinero se pagan por ellas.
No sé, yo siempre he jugado a baloncesto, deporte preciso, donde se usan las manos y donde los «balones colgados al hueco» no existen… o sí, pero te sientan en el banquillo. Donde hay que defender mucho, muchísimo, para que el equipo rival no te meta una canasta en cada ataque… y lo más importante, donde todos, TODOS, los jugadores son importantes tanto en ataque como en defensa. Donde lo que se ha pagado por CR 9 es casi la totalidad del presupuesto de todos los equipos ACB.
Nunca me ha gustado un deporte donde dar seis pases seguidos se considera un arte, donde el jugador que pasa el balón entre dos defensas separados entre si por más de 3 metros se considera un «genio» y sobre todo donde pueden pasarse minutos y minutos 22 jugadores encerrados en un pequeño espacio de césped dando patadas a las espinillas… y a un balón.
Sin hablar de lo injusto que es el deporte rey. Un equipo puede tener la posesión del balón en un 80%… ¡¡¡Y NO GANAR EL PARTIDO!!!!. Pierdes el balón en un resbalón, lo controla el manta del equipo contrario, se echa un sprint, se planta solo delante del portero y gol. A tomar por saco.
Y no me vengan con la famosa frase «el fútbol es así» por que ese «así» no me gusta un pelo.
No, peor no se piensen, veo fútbol, claro que me gusta ver jugar «bien» al fútbol, pero es que hoy por hoy…. el Barcelona, España, Brasil.
Para especular ya están las agencias privadas que dictan nuestros futuros económicos.
Si el fútbol es el deporte rey…. Viva la república del baloncesto!!!