Comenzamos diciendo que el tufillo que desprende este blog suele ser a la quesería de la izquierda política. Prosigamos diciendo que soy un empresario. Terminamos diciendo que compaginar ambas ramas politico-sociales es un problema que cada telediario me golpea las neuronas.
Me topé con el 15M en el blog de Escolar y una chispa de ilusión saltó a mi estómago. Un movimiento apartidista, con claros trazos de izquierda que va creciendo y creciendo, Leo en sus bases cosas que me gustan, con las que estoy de acuerdo, copio y pego todo lo que leo, twiteo lo más que puedo #15M, #spanishrevolution, #yeswecamp. El viernes 20 me planto en la manifestación con mucha gente en mi ciudad, sin banderas, sin partidos políticos, solo con ilusión de cambiar las cosas.
Pero no hay cambio. Las elecciones del 22M me dan tal bofetada que apenas ceno mas que una sopa caliente. Me esperaba un batacazo de la izquierda en toda España. Pero no creía que Asturias caería y mucho menos que Gijón se levantara por el lado derecho hoy (lunes 23).
No lo entiendo por varios motivos: Es una ciudad ejemplar, limpia, sin corrupción ostensible o escandalosa (el caso de Riopedre aún está en tribunales, no me vale de nada aún), volcada con la cultura, con la sociedad, con una biblioteca en cada barrio, con un colegio, con un centro de salud, con un parque, la Semana Negra, festival de cine, teatro, autobuses públicos, no sé, algo se me escapa. Son 32 años de alcaldía socialista que sí que suenen a desgaste, pero realmente vivir en esta ciudad es un privilegio. Ahora escucho cambio, arreglo. Me encantaría saber qué hay que cambiar y qué hay que arreglar.
Y aquí entra esa bipolaridad de la que os hablaba al principio de esta entrada. Pasan las horas y mi mente comienza a trabajar en mi negocio… y en su beneficio. Cuando voto a partidos progresistas voto pensando en el bienestar, en servicios públicos, en inversiones públicas. Pero cuando salen la derecha, lo liberal, lo capitalista…. siento confesar que el mercado de lo privado saldrá ganando.
¿Complicado verdad?
Me consuela que miro un poco más allá de mi ombligo, que me gusta tener una biblioteca o un centro social en vez de un premio de Formula 1. Sé que la gente puede no estar de acuerdo, sé que la gente se mira su ombligo y más en tiempos de crisis como los que ahora vivimos y sé que si esta crisis la hubiera que tenido que aguantar el PP ahora hubiera salido el PSOE. El famoso bipartidismo queridos amigos.
Lo dice claramente Jose Luis Sampedro en esta entrevista Somos lo que quieren que seamos, ni más ni menos.
Nadie ha podido ver que esta crisis mundial la han creado mercados voraces más afines a las políticas capitalistas de derechas que a cualquier otro modelo económico o político.
Al igual que si los votantes del PP levantaran la vista y vieran que las medidas que ha tomado el PSOE son muy parecidas a las que defienden los populares no pedirían tanto la dimisión.
Al igual que si los votantes desencantados con Zapatero por sus recortes en todo lo social levantaran la vista de su ombligo desde luego no votarían a un partido como el PP el cual ya a anunciado que sus medidas si no que votarían a otro partido más progresista.
Todo esto que digo es verificable y cierto, nadie puede rebatirlo o ponerlo en duda, con lo cual el bipartidos más brutal que ha habido en democracia… tampoco es tan diferente.
Ombligos, ombligos, ombligos.
Ah sí, el 15M… la participación ha sido un calco de la de hace 4 años, los partidos minoritarios han subido minimamente y la derecha ha ganado con holgura. Mi conclusión: por ahora no ha servido para absolutamente nada (y me duele en el alma reconocerlo, a mi que se me ponían los pelilos de la nuca de punta leyendo y viendo las plazas abarrotadas)
Lo más duro es pensar (lo más útil, pero lo más duro) pensar en que el bipartidismo se transforme en un monopartidismo. ¿Razones? allá donde llega la derecha no se va y por mucho empresario que uno sea, esta derecha casposa, lenta, religiosa, con residuos del franquismo aún en sus filas…. yo esta derecha no la quiero, aunque me dan un F1 Grand Prix, un Botero en la plaza del ayuntamiento o yo que sé que más.
Me niego al «pan y circo» aunque sea empresario
Refundación es la palabra… y con un par de huevos la clave.
Javier
El cielo puede esperar 
